Hubo un tiempo en el que “muro” significaba pared o tapia y evocaba el cerramiento, la alambrada, la valla, la barrera, incluso el espino, ese limitador de esperanzas. “Abre la muralla” se cantaba en el siglo pasado para llamar a las masas a derribar el aislamiento en que nos aherrojaba la dictadura. El autor de estas Soserías, cuando vivía en Alemania, tuvo la fortuna de visitar Berlín varias veces. Era el Berlín precisamente del muro, construido en agosto de 1961Lee el resto…