¿Quién no está escribiendo en estos días de estío, de playas chillonas y arboledas dormidas, sobre los másteres? Cada español quiere adornarse, poniéndose las plumas de un sabio lego, con uno de esos másteres sembrado por los nuevos planes de estudio que, acortados en sus dimensiones tradicionales, han crecido y se han alargado -como planta trepadora y enredadera- por el costado del máster. El hallazgo tiene mucho de truculento pero es el inventado en esta España embarazada de ruidos vacuos,Lee el resto…