Desde hace unos años parece que es práctica de los dirigentes de los partidos el envío a sus afiliados de un “argumentario” con el que estos han de hacer frente a las críticas que, desde la sociedad, se dirijan a las medidas adoptadas por aquellos: a tal procede contestar cual y, a cual, tal. Descubrimos así que los dirigentes están convencidos de que sus limitaciones intelectuales y de formación, las de ellos, que son visibles pues que las exhiben sinLee el resto…