Tiempo de elecciones, tiempo para retirarse a leer historietas, a divagar sobre el pasado, a esperar la llegada de las setas, acaso ese copo de nieve ritual en las alturas montañosas … tiempo de dedicarse a diálogos, a monólogos, a las nubes, a la comida, al ayuno, es decir, a cualquier empeño excepto el de seguir la campaña electoral y los aspavientos de nuestros líderes (¡qué denominación tan jocosa!). Frente a la monotonía estática de los mensajes se impone crearLee el resto…