RELATO ESTREMECEDOR (II) Doña Brígida y también su marido, don Francisco, eran muy aficionados a las cosas de la cocina. Había entonces en nuestra ciudad, que el duque, de feliz recordación, convirtió por pocos pero venturosos años en capital de las Españas, muchas casas de figones donde se encontraba presto a cualquier hora del dia e incluso de la noche manjares guisados, tortas, empanadas o dulces. Pues bien doña Brigida y don Francisco se holgaban de asistir a tales casasLee el resto…