Ortega podría hacer hoy una edición renovada de su rebelión de las masas si contemplara el guirigay de las redes sociales diciendo banalidades preñadas de acometidas a la ortografía y de exabruptos aplebeyados propios de alcornoques. Y sufriría una lipotimia si tuviera acceso a tanto blog donde un prójimo nos cuenta que se ha levantado, ha desayunado, ha evacuado con soltura y ha llamado por teléfono a una prima que está viviendo la menopausia como si todo ello fuera prosaLee el resto…