Aunque he sido moderadamente aficionado a carnes, embutidos y otros productos de la charcutería, bajo la influencia de lecturas vegetarianas, he estado a punto de abandonar el salchichón, la sobrasada y los filetitos de pechuga de pollo si no hubiera sido porque, de pronto, me he preguntado por la alcachofa que, evidentemente, no está incluida entre las prohibiciones y por tanto se puede comer libremente. Y es aquí donde han saltado las alarmas en mi mundo de convicciones y creencias.Lee el resto…