La constitución de una asociación para la defensa de la castidad en una ciudad española de árabes castillos y jazminados cármenes ha originado un gran revuelo en la opinión pública y muchas plumas periodísticas han dirigido a tal iniciativa bromas y chanzas, todas ellas descalificadoras y poco respetuosas. A mí me parece que cada cual debe asociarse con quien le plazca y para lo que le pete siempre que no sea para meter el dedo en el ojo del vecino.Lee el resto…