«Venerada y amantísima Madre: No sabe vuesa merced cuánto echo de menos a mi madre y a mi padre justamente ahora que me podían ser de tanto consuelo y ayuda. A veces pienso que la vida es injusta e incluso, vuesa merced me perdone, que el Señor es injusto porque se lleva a los padres en el momento en que los hijos más los necesitan. Cuando somos pequeños podemos ser cuidados por cualquiera porque da igual quién nos limpia despuésLee el resto…