Quien se desparrama en el uso de las palabras a la hora de expresarse (es decir, en su “elocución”) es verboso, parlanchín, charlatán o lenguaraz. Es un personaje que chamulla, enhebra o ensarta decires casi siempre vacuos. Hay una regla muy repetida: quien con más determinación quiere ocultar algo o confundir al interlocutor o al público en general es quien resulta más propenso a rebozarse en el jolgorio de la verborrea, en el bullicio de la esgrima verbal fatua. LosLee el resto…