¡Ah, los tópicos! Gracias a su ayuda, administrándolos con astucia, el político apuntala su poder pero es a base de poner cerco al razonamiento y hundir la capacidad argumental. El tópico es la sepultura del talento. El tópico arrincona la observación libre de la realidad, aniquila la reflexión y crea muros espesos y negros. El tópico lesiona, deforma, ulcera, hiere y estraga. Simplifica la mente de su víctima y le cierra el horizonte porque es escollo, lugar de cocción deLee el resto…