Fueron Antonio Pereira y Úrsula quienes nos pusieron en contacto amistoso con Cristóbal y Marita. Gracias a ellos hemos pasado muchas jornadas juntos en el castillo de Villafranca, Mercedes y yo y Salvador Gutiérrez y Ana. Los cuatro matrimonios en jornadas de evocaciones a veces ligeras, a veces profundas, siempre ricas y chispeantes. Buena comida en el Parador de Villafranca y, después, charla y audiciones de piano a cargo de Marita y, a veces, cuando estaba en casa, de Pedro.Lee el resto…