Si hay algo que no se detiene es la ciencia. Por eso se habla con propiedad de sus avances porque siempre va hacia adelante, adentrándose en nuevos territorios, adueñándose de esquivos horizontes, colocando sus banderitas de conquista en el mapa caprichoso y renovado que es capaz de alumbrar su enorme capacidad de inventiva. La ciencia jamás retrocede y por ello nos sorprende con nuevos hallazgos. El invento de las vacunas, el de la penicilina, el de la electricidad, son, entreLee el resto…