Disfrutar de las traducciones cuidadas de libros, de la gran narrativa extranjera vertida a un español preciso y rico es festín para el paladar. Antes que a los políticos gestadores de Europa, los Monnet, Schumann, etc encontramos al traductor abatiendo fronteras, allanando las montañas de los idiomas con la piqueta de su arte y dejando expedito el camino para el gran abrazo de las culturas. Europa sin Shakespeare, sin Goethe, sin Tolstoi o sin Cervantes, no pasaría de ser unLee el resto…