Lo peor de todo lo que nos está ocurriendo es la desaparición paulatina de los signos ortográficos y otras extravagancias en la escritura. En los mensajes de móvil se cortan las palabras, se emplean abreviaturas chocantes y se despide nuestro interlocutor con un emoticono de aplauso o de beso. La palabra tersa, limpia, bien acentuada desaparece para dar paso a una ortografía de la prisa y el desaseo. Es la incuria que se apodera de los espacios más sagrados, comoLee el resto…