Mi maestro Ramón se ha despedido. Quiero en este momento recordar las palabras que pronuncié como Laudatio en la ceremonia de su investidura como Doctor honoris causa por la Universidad de León. «…No tengo más remedio que confesar mi apuro en este trance. Y mis dificultades. Porque Ramón, Ramón Martín Mateo, el doctorando a quien hoy imponemos el birrete e incorporamos al Claustro de esta Universidad, es el jurista serio, riguroso, un catedrático de los antiguos, lleno de sabiduría, deLee el resto…