Hay oficios que viven fuera del mundo, de sus absurdas prisas y velocidades, más allá de las inquietudes necias que a tantos nos agostan. Dos son los señeros, encerrados como están en un mundo sereno y generoso: los editores y los libreros de viejo. El editor es un caballero andante de la cultura perseguido, no por encantandores fabulosos, sino por enemigos de carne y hueso declarados, que se muestran en la sociedad con el rostro de la molicie del intelecto.Lee el resto…