Esas lucecitas lejanas son las ascuas con las que el horizonte prepara su gran festín de enigmas.
Esas lucecitas lejanas son las ascuas con las que el horizonte prepara su gran festín de enigmas.
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«Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer….»
Hoy en compañía de otros como víspera o antesala de la soledad que le aguarda mañana.
Bienvenida sea, pero al menos abríguese y no pase frío en este trance, no vaya y sus enemigos crean que tiembla de miedo.
¿Los inescrutables designios de la fatalidad?
Sí claro,… que parezca un accidente, ya se sabe.
Por si acaso, le encomiendo a San Cristóbal.
Buena suerte